Parece ser que este verano las propinas han aumentado en el sector de la hostelería, que alegría, señor ministro de economía no se olvide utd de incorporar este nuevo dato como uno mas de los indicativos que muestran la mejoría económica ,que bien una noticia fantástica. ya no hay crisis. pero no todo son buenas noticias ya que desde el sector se quejan de lo rácanos que son los chinos a la hora de la propina. Quizás no sepan que en China no se estila lo de la propina y son hasta capaces de perseguirte por la calle para devolvértela. En Japón mas de lo mismo de propina nada de nada, es de muy mal gusto y hasta se ofenden. En Paraguay se puede llegar a considerar hasta un soborno y en Singapur hasta ha llegado a estar prohibida. Estos que se sepa son los únicos países en el mundo donde digamos no esta bien visto lo de la propina, en el resto del mundo oscila entre un 10 o un 15 % del valor de lo consumido solo hay diferencias en el modo de darla, o se deja encima de la mesa, o se dá en persona al camarero o ya va incluida en la minuta. A mi parecer es vejatorio eso de dejar propina.
Hace un par de días escuche a un señor presidente de una asociación de hosteleros, decir que las propinas eran un incentivo para los camareros, que contribuían a que se esmerasen por realizar bien su trabajo. Mire utd señor, para realizar bien cualquier trabajo lo primero que se necesita es formación, lo segundo un salario digno que permita a los trabajadores llegar a fin de mes con dignidad. Y lo tercero unas condiciones de trabajo estables y no contratos basura y precariedad laboral. Y si lo que pretende es pagar parte del sueldo de sus empleados con las propinas vayase a EEUU que allí se estila mucho eso.
Por ultimo señor le diré un refrán o dicho popular pero muy sabio. "La propina envilece al que la dá y humilla al que la recibe"
Pero lamentablemente en muchos países del mundo tienen carácter obligatorio y es una forma de complementar el sueldo. Por lo visto en España pretende que así sea, al final trabajaremos por un cacho de pan.
