EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ

El conflicto árabe-israelí se refiere a la tensión política y los conflictos armados entre el Estado de Israel y sus vecinos árabes, en particular los palestinos.
Su definición, historia y posibles soluciones son materia de permanente debate y los problemas que incluye varían con el tiempo. Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas, el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel con Siria y el Líbano. Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia.
- LIGA ÁRABE
-PAISES QUE HAN MANTENIDO ALGUNA GUERRA CON ISRAEL
- ISRAEL
- FRANJA DE GAZA Y CISJORDANIA

HISTORÍA
Durante varios siglos, el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo, especialmente en Europa, en lo que se conoce por Diáspora. La convivencia de éstos con el resto de europeos no siempre fue fácil, las persecuciones y pogromos especialmente en la Europa del Este a finales del siglo XIX fueron determinantes para la aparición y auge del sionismo político, que reclamaba un Estado propio para todas las comunidades judías dispersas por el mundo. Los sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío. En la época en la que se fundó el sionismo, Palestina formaba parte del Imperio otomano y estaba habitada por cristianos y musulmanes en su gran mayoría, y una pequeña comunidad de judíos religiosos que, aunque minoritaria, tenía una implantación significativa especialmente en Jerusalén y alrededores.

Primera Guerra Mundial
En 1914 el Imperio otomano decidió entrar en la Primera Guerra Mundial y el gobierno británico empezó a ver al movimiento sionista como un posible aliado en una guerra que parecía desarrollarse mal para los aliados. Hacia 1917, David Lloyd George y Arthur Balfour, primer ministro y secretario de exteriores respectivamente, buscaban alianzas que pudieran mejorar el curso de la guerra. Se consideró entonces que los judíos podrían ser doblemente útiles, ayudando a sostener el frente oriental y estimulando el esfuerzo bélico estadounidense. Fue así como se produjo el 2 de noviembre de 1917 la Declaración Balfour, por la que el Reino Unido se declaraba favorable a los planes sionistas de creación de un hogar nacional judío en Palestina. La victoria sobre los otomanos dejaría al gobierno británico con el control de Palestina en los siguientes treinta años, en forma de Mandato de la recientemente creada Sociedad de Naciones.

Durante la década de 1920 el número de judíos en Palestina se incrementó notoriamente: en 1922 su número era de 83.790 sobre una población total de 752.048; en 1929 había 156.481 en una población total de 992.559, duplicando su población en siete años. La inmigración judía se canalizaba a través de la Organización Sionista Mundial, cuya figura principal era Jaim Weizmann, y vinculada con la Agencia Judía para Palestina, que ejercía como un gobierno para los judíos de Palestina, comprando tierra y construyendo escuelas y hospitales. La principal figura de la organización hacia la mitad de los años treinta era David Ben Gurión. La filosofía de Ben Gurión y sus colegas era la de construir Sion, forjando una nación judía. Los árabes no poseían instituciones similares a las que los judíos estaban desarrollando, debido al feudalismo que aún existía y que permitía a los clanes más poderosos dominar a la mayoría de la población, destacando los continuos enfrentamientos entre los Husseinis y Nashashibis.
Palestina estuvo relativamente tranquila entre 1922 y 1928, momento en que se desató la violencia en Palestina en forma de enfrentamientos entre árabes y judíos y entre los propios árabes en la Barrera Oeste de Jerusalén. En agosto de 1929 estos enfrentamientos se saldaron con la matanza de Hebrón, de Safed y de otras comunidades judías palestinas en 1929. El resultado de estos incidentes fue la muerte de 133 judíos y 116 árabes, y una reinterpretación a la baja de la Declaración Balfour y de las aspiraciones sionistas: dos comisiones británicas, bajo el mando de Walter Shaw y John Hope-Simpson, intentaron redefinir la política británica en Palestina, identificando el miedo de los árabes ante la inmigración y la compra de tierras por parte judía como principal causa de las dificultades entre ambas comunidades. La recomendación de Hope-Simpson de que las características del territorio sólo admitirían 20.000 inmigrantes judíos más, provocó el rechazo de los sionistas. Sin embargo, en febrero de 1931, el Primer Ministro británico Ramsay MacDonald escribió a Weizmann indicándole que su gobierno no tenía intención de prohibir la inmigración judía, debido principalmente a que la situación en Palestina parecía haberse calmado nuevamente. Sin embargo, esta calma relativa no duraría mucho tiempo: el desarrollo político europeo cambiaría por completo el conflicto árabe-israelí. El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler llegó al poder en Alemania y en marzo ya había asegurado su dictadura.

Segunda Guerra Mundial
El incremento del antisemitismo en Alemania y Rumanía hizo que un gran número de judíos se marchara de Europa, teniendo a Palestina como única opción debido a las restricciones migratorias de los Estados Unidos. En 1936, la población judía se había incrementado hasta los 370.483 sobre una población total de 1.336.518. La reacción árabe contra lo que ellos consideraban una transformación desagradable del país fue la Revuelta Árabe, que empezó el 15 de abril de 1936 con el asesinato de un judío cerca de Nablús. La escala de la revuelta dio lugar a un despliegue importante de fuerzas británicas, así como a la simpatía oficial de estas en la Haganá, la fuerza defensiva de la Agencia Judía.
La Comisión Real Palestina, bajo mando de Lord Peel, fue encomendada con la labor de investigar las causas subyacentes de los disturbios y de recomendar una solución para lidiar con las quejas legítimas de árabes y judíos. Su máximo exponente, el profesor Reginald Coupland de la Universidad de Oxford, llegó a la conclusión de que existían en Palestina dos culturas claramente diferenciadas: una árabe de origen asiático y una judía de origen europeo. Considerando que dos culturas tan contrastadas no llegarían a convivir en un sólo Estado, Coupland propuso como única solución la partición en dos Estados distintos. Coupland consiguió convencer a sus colegas de la Comisión e incluso a Weizmann, quien se convirtió en un defensor de la partición. Aun así, no todos los sionistas estaban a favor de la partición y los árabes se oponían frontalmente a ella.


Hacia finales de 1937, los británicos empezaron a abandonar su apoyo a la idea del hogar judío y a la partición del Mandato puesto que buscaban asegurarse la simpatía árabe en la situación prebélica que preludiaba la Segunda Guerra Mundial. Una nueva declaración, conocido como Libro Blanco, fue patrocinado por Malcolm MacDonald, ministro británico de Colonias, que supuso un giro completo de la política británica en Palestina y el fin de su compromiso con los judíos iniciado dos décadas antes mediante la Declaración Balfour. El Libro Blanco fue publicado semanas antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y establecía que en el plazo de diez años Palestina se convertiría en un solo Estado independiente gobernado en común por árabes y judíos. Según el nuevo plan, la inmigración judía se limitaría a 75.000 personas en los siguientes cinco años y con el previo consentimiento árabe (lo que en la práctica suponía el cierre a la inmigración legal en vísperas del inicio de la guerra), de modo que los judíos mantuviesen siempre un estatus minoritario.
A pesar que muchos árabes se dieron cuenta que la nueva declaración favorecía en gran medida sus aspiraciones, el gobierno egipcio y algunos de los principales líderes palestinos como el exiliado Amin al-Husayni la rechazaron por considerarla insuficiente. La alianza del líder palestino con el Tercer Reich, que incluyó el reclutamiento de una división de musulmanes bosnios para las SS, dañarían de manera incalculable la causa palestina, al asociarla con el régimen nazi.


El Holocausto
En el caso de los judíos, la nueva política del gobierno británico plasmada en el Libro Blanco, cuya vigencia se mantuvo durante la guerra, fue vista como un acto de relación, pese a lo cual mantuvieron su apoyo a Gran Bretaña en el inminente conflicto bélico. En noviembre de 1938, la Reichskristallnacht, en la que los nazis dieron rienda suelta al terror de Estado contra los judíos, reveló las verdaderas intenciones del III Reich y provocó la emigración judía.

El impedimento por parte de las autoridades británicas de la inmigración judía hacia Palestina (como puso de relieve el caso del barco SS Struma ) confirmó la creencia judía de que la protección podía ser alcanzada únicamente mediante la construcción de un Estado donde los judíos pudieran controlar su propio destino, motivo por el cual la Haganá empezó a comprar y a fabricar armas. Más problemáticas para los británicos fueron las actividades de otros dos grupos judíos clandestinos: el Irgun Zvai Leumi (Organización Militar Nacional) y el Leh'i (Luchadores por la Libertad de Israel), que representaban la tradición de extrema derecha del sionismo, en conflicto con la Agencía Judía y el movimiento oficial.
En febrero de 1944, el Irgún, dirigido por un joven judío polaco, Menahem Begin, proclamó que los británicos habían traicionado al pueblo judío y declaró la guerra al Mandato. El Lehi había sido creado por otro judío polaco, Abraham Stern, cuyo rencor hacia los británicos hizo que simpatizara con los propios alemanes. El 6 de noviembre de 1944, sus miembros asesinaron a Lord Moyne, el ministro británico en Oriente Medio. Este hecho provocó la antipatía de Winston Churchill, amigo cercano de Moyne, quien había planeado desarrollar el Estado judío justo después de la guerra.


La partición de Palestina y la creación de Israel
En aquel tiempo, gran parte de Oriente Medio estaba bajo control británico, con intereses en el Golfo Pérsico y con bases aéreas en Irak. De los estados limítrofes con Palestina, Líbano y Siria habían sido liberados del Mandato francés en 1943 y 1946 respectivamente.

Egipto mantenía relaciones importantes con los británicos debido al tratado de 1936, cuyo elemento más importante era la zona del Canal de Suez. Transjordania se independizaría en 1946, pero estaba estrechamente vinculada a Gran Bretaña. En un momento que se iba a demostrar histórico para los árabes palestinos, éstos carecían de las necesarias estructuras políticas y de liderazgo, incapaces de copiar la bien organizada estructura política de los judíos con la Agencia Judía. En opinión de algunos autores, el mundo árabe en general, y el árabe palestino en particular, se encontraban en una condición de desventaja para resistir al desafío sionista que se avecinaba. En opinión de otros historiadores, como Joan B. Culla, el maximalismo de la posición árabe impidió aprovechar las oportunidades de que dispusieron en los distintos procesos negociadores, priorizando la expulsión de los judíos y los intereses propios de los nuevos estados árabes vecinos de la zona (incluso la posibilidad de anexionarse la parte árabe de Palestina ), por encima de los intereses de la población árabe palestina y del derecho reconocido a estos para disponer de su propio estado.

La escena internacional
El presidente estadounidense de turno, Harry S. Truman tenía cierta simpatía por la causa judía pero, en la práctica, Truman solamente dirigió su atención hacia Palestina después de un intento fallido de persuadir al Congreso de permitir a un gran número de judíos establecerse en los Estados Unidos. El 31 de agosto de 1946 pidió formalmente al gobierno británico que emitiese 100.000 certificados de inmigración, señalando que "ningún otro problema es tan importante para quienes han conocido los horrores de los campos de concentración". La respuesta británica fue negativa, señalando que en los campos europeos había muchas víctimas de Hitler y que los judíos no debían ponerse a la cabeza de la lista. El tono de la contestación británica mostraba hasta qué punto la actitud británica se había alejado de la simpatía pro-sionista de 1944, y se abría así el camino para la lucha de los judíos contra los británicos en el mandato de Palestina, cuyo atentado más famoso fue contra el cuartel general británico, alojado en el Hotel Rey David de Jerusalén, que causó 91 muertos, y que a la larga condujo a los británicos fuera de Palestina y allanó el camino para la creación del Estado judío.

El 29 de noviembre de 1947, tras múltiples disputas diplomáticas, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Plan de Partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, ni compactos ni homogéneos, divididos en tres respectivas porciones apenas unidas. El proyecto atribuyó a los árabes el 46% del territorio (11.500 km²) y a los judíos el 54% (14.100 km², de los cuales 11.750 km² correspondían al desierto del Néguev). Jerusalén y su área circundante, incluida Belén, conformarían un corpus separatum de 700 km² bajo la administración del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas. Además, este plan preveía la retirada del ejército británico del Mandato antes de agosto de 1948 y la fijación de las fronteras entre los dos Estados y en la propia Jerusalén.
Los judíos aceptaron el Plan propuesto, a pesar de no estar de acuerdo con los términos de un reparto que hacían indefendible y poco viable el territorio asignado, pero los árabes lo rechazaron de plano. El Alto Comité Árabe (el organismo de la dirigencia árabe-palestina) calificó de "absurdos, impracticables e injustos" tanto el reparto como la propuesta federal y, viendo perdido el terreno diplomático, amenazaron con la guerra para defender la Palestina árabe.
El 14 de mayo de 1948 expiró el Mandato Británico de Palestina. Un día antes, los judíos proclamaron la independencia del Estado de Israel en su parte del territorio otorgada por el Plan de Partición de la ONU, debido a la festividad del sabbat. Esta declaración provocó como reacción inmediata la invasión de los ejércitos de la alianza árabe, dando así inicio a la guerra árabe-israelí de 1948.
Ben Gurion, que inauguró el cargo de primer ministro del Estado de Israel, aceptó la partición de Palestina en territorios israelíes y territorios palestinos que la ONU estableció en 1947. Pero tenía un viejo pensamiento de fondo: en carta a su mujer confió que

un Estado judío "parcial" –un proyecto de 1937 del ocupante británico que nunca se llevó a cabo– era sólo un comienzo y que planeaba organizar un ejército de primera y utilizar la coerción o la fuerza para absorber toda la extensión del país
La guerra de 1948

Al día siguiente de la Declaración de independencia del Estado de Israel en el territorio asignado por el Plan de la ONU para la partición de Palestina de 1947, los cinco estados árabes vecinos (Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto), inconformes con dicho Plan, le declararon la guerra al naciente Estado de Israel e intentaron invadirlo.
ATAQUES 15 DE MAYO AL 10 DE JUNIO DE 1948
En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26% adicional del antiguo mandato británico, mientras que Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania.
La guerra provocó miles de desplazados en ambos sentidos: árabes de la zona israelí fueron obligados a desplazarse a las vecinas Gaza y Cisjordania, y también a otros países árabes más alejados, dando origen al problema de los refugiados palestinos, que todavía hoy perdura. En la zona israelí quedaron 100.000 árabes, que adquirieron la nacionalidad israelí y que, en general, gozaron de los derechos plenos de ciudadanía a partir de 1950, incluyendo su incorporación al ejército en el caso de los drusos. Según la historiografía tradicional israelí, la salida de los árabes de su tierra se debió a que la dirigencia árabe instigó a la población árabe en Palestina a abandonar sus hogares para garantizar a las tropas árabes mayor libertad de movimiento. Sin embargo, las fuentes propalestinas, pero también algunos de los nuevos historiadores israelíes han cuestionado este aspecto.

En forma paralela, las comunidades judías que habitaban en países árabes (muchas desde antes que esas tierras fuesen arabizadas e islamizadas), se vieron obligadas a emigrar en los años siguientes. Solo durante la década de 1950, 608.200 judíos orientales, una cifra equivalente a la de refugiados palestinos, huyeron o fueron expulsados de territorios árabes y se refugiaron en Israel, donde obtuvieron la ciudadanía israelí gracias a la denominada Ley del Retorno; otros 290.800 refugiados judíos se establecieron en Francia o en los Estados Unidos (véase Éxodo judío de países árabes). El fenómeno tuvo intensidad diferente según los países, desde la confiscación de bienes y tierras a la persecución directa. El resultado en cualquier caso fue la liquidación casi total de las comunidades judías en los países árabes.
En 1948, la ONU reconoció el derecho al retorno de los refugiados palestinos y creó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) con la esperanza de un retorno inmediato, algo que sin embargo no sucedió. Al prolongarse indefinidamente su condición de "refugiados", y quedar su suerte en manos de la ONU, nunca obtuvieron la nacionalidad de los países árabes que los acogieron y permanecieron en condiciones de desarraigo y precarización. Por su parte, los refugiados judíos, que no recibieron reconocimiento ni ayuda alguna por parte de la ONU, fueron integrados rápidamente en Israel.

La Guerra de Suez
La guerra de 1948 aunque supuso la independencia de Israel, no significó el final de las hostilidades entre este país y sus vecinos árabes. Durante toda la década de 1950 se sucedieron continuos ataques por parte de grupos apoyados principalmente por Egipto, lo que llevó en 1956 a Israel, tras el bloqueo egipcio del estrecho de Tirán, a firmar una alianza para un ataque conjunto a Egipto con el Reino Unido y Francia, a su vez molestos con Gamal Abdel Nasser, entonces presidente de Egipto, por la nacionalización del Canal de Suez.
Aunque militarmente los aliados alcanzaron todos sus objetivos, la presión diplomática conjunta de la Unión Soviética y EE. UU. forzó a éstos a retirarse, en lo que los países árabes consideraron una victoria política. Como consecuencia de esta guerra, la ONU desplegó una fuerza de cascos azules entre Egipto e Israel.
En este contexto, los árabes comenzaron a organizarse en diferentes asociaciones para resistir. La más importante fue la OLP (Organización para la liberación de Palestina), fundada en mayo de 1964 en Jerusalén con el apoyo de la Liga Árabe y a instancias del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, como organización palestina unificada.


La Guerra de los Seis Días
En 1967 el líder egipcio Nasser pidió a las Naciones Unidas que retirara a los Cascos Azules de Gaza, el Sinaí, y de las islas de Tirán y Sanafir (a la entrada del Golfo de Eilat-Aqaba), solicitud que la ONU, en ese entonces presididas por U Thant, aceptó, pese a que eso significaba renunciar a su papel de interposición. Egipto movilizó 80.000 soldados en el Sinaí y ocupó las islas del golfo de Aqaba el 22 de mayo. Esto volvió a poner en peligro la salida de los barcos israelíes al Mar Rojo, y fue considerado un casus belli por parte del gobierno israelí. En ese mismo mes, Egipto, Siria e Iraq firmaron un pacto de defensa mutua. El 5 de junio de 1967, ante la negativa egipcia de desbloquear el Golfo de Aqaba, y ante la nueva realidad estratégica, Israel bombardeó la aviación egipcia situada en la península del Sinaí, dando comienzo de esta forma a la Guerra de los Seis Días.

En los 6 días que duró la guerra, Israel conquistó la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, la península del Sinaí y los Altos del Golán (Siria).
La oleada palestina de refugiados fue de unas 300.000 personas, de los que casi un tercio eran refugiados por segunda vez. La mayoría se exilió en Líbano, Jordania, Siria y los Estados del Golfo Pérsico.

Resoluciones claves de la ONU en el conflicto árabe-israelí
Las Resoluciones más importantes en el conflicto árabe-israelí son:

  • Resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 de la Asamblea General. Establece la partición de Palestina, bajo protectorado británico, en dos Estados, uno judío y otro árabe, y deja Jerusalén bajo control internacional.
  • Resolución 194 del 11 de diciembre de 1948. Ordena el retorno o compensación de los refugiados palestinos a sus hogares, tras su expulsión por las fuerzas israelíes.
  • Resolución 242 del 22 de noviembre de 1967 por el Consejo de Seguridad. Ordena la retirada israelí de los territorios recién ocupados de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días, y proclama el derecho a la soberanía, a fronteras seguras y a vivir en paz de los Estados ya constituidos en la región.
  • Resolución 338 del 22 de octubre de 1973 por el Consejo de Seguridad. Llama al alto el fuego inmediato en la guerra árabe-israelí de Yom Kippur, en la que Egipto y Siria lanzaron un ataque sobre las posiciones israelíes en el canal de Suez y los Altos del Golán. También exige la aplicación inmediata de la resolución 242 y el inicio de conversaciones de paz.
  • Resolución 1397 del 12 de marzo de 2002 por el Consejo de Seguridad. Año y medio después del comienzo de la segunda Intifada, apoya por primera vez la creación de un Estado palestino, que viva al lado del israelí "con fronteras reconocidas y seguras". Exige el cese de la violencia y la vuelta a las negociaciones de paz.

Resolución 242
En noviembre de 1967 Naciones Unidas adoptó la resolución 242 por la que urgía a Israel a retirar su ejército de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días y a los países árabes a respetar y reconocer el derecho de Israel a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas internacionalmente. La OLP rechazó categóricamente la Resolución por considerar que "pisotea los derechos de dos millones de palestinos", y exigían que Israel cumpliese su parte y se retirase de los territorios conquistados, cosa que no hizo y que marcaría el conflicto hasta la actualidad. En los años siguientes a la guerra de 1967 se pasó a una guerra soterrada conocida como guerra de Desgaste. Israel anexionó el municipio de Jerusalén e incentivó los asentamientos de judíos en los territorios ocupados. Egipto multiplicó su hostigamiento militar contra Israel, que culminaría en la guerra de Yom Kipur, e intensificó su apoyo a los grupos armados palestinos que, a partir de 1968 (y con el apoyo de Siria al FPLP), iniciaron una escalada terrorista internacional sin precedentes (secuestros, ataque y explosión de aviones comerciales, atentados contra embajadas y diplomáticos de Israel, ataques a intereses de la comunidad judía en todo el mundo, atentados contra instalaciones de gas y petroleras, etc. Esta escalada culminaría finalmente en la masacre de Múnich).

El texto de la resolución 242 es ambiguo en cuanto a si exige a Israel una retirada de todos los territorios ocupados en la guerra (según el texto de la versión francesa: Retrait des forces armées israéliennes des territoires occupés lors du récent conflit) o de parte de los territorios (según la versión inglesa: Withdrawal of Israeli armed forces from territories occupied in the recent conflict).
La resolución también llama al mutuo reconocimiento de los Estados judío y árabe y al respeto del derecho a existir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, lo que fue reconocido formalmente por la OLP en 1988, pero no por Hamás (fuerza electoralmente mayoritaria en la actualidad, pero no en 1988) ni por otras organizaciones palestinas, y en cualquier caso no ha sido respetado en la práctica pese a los diferentes acuerdos. Israel, por su parte, solo ha completado la retirada de la Franja de Gaza, manteniéndose aún en Cisjordania.
La resolución también declara la necesidad de garantizar la libre navegación sobre aguas internacionales en la zona y la justa resolución del problema de los refugiados, sin especificar el significado del término justa resolución y sin limitar su extensión a los refugiados palestinos solamente, aunque los refugiados judíos nunca han sido tenidos en cuenta como tales por la ONU.


 
Guerra de desgaste
La Guerra de desgaste fue una guerra limitada entre Egipto e Israel que tuvo lugar durante los años 1968 a 1970. Fue iniciada por Egipto en un intento de recobrar el Sinaí, del cual Israel tenía el control desde la Guerra de los Seis Días. La guerra supuso también un hecho importante que es la intervención directa de la Unión Soviética en el conflicto árabe israelí. La guerra terminó con un alto el fuego firmado entre los países en 1970 con fronteras en el mismo lugar que cuando la guerra comenzó.

Guerra de Yom Kipur
La Guerra de Yom Kipur, Guerra del Ramadán o Guerra de Octubre, fue un conflicto armado entre Israel y los países árabes de Egipto y Siria, que tuvo lugar durante octubre de 1973. Egipto y Siria iniciaron el conflicto para recuperar los territorios que Israel ocupaba desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Ambas partes sufrieron graves pérdidas, aunque Israel mantuvo los territorios conquistados.

El 6 de octubre de 1973, día de la festividad judía del Yom Kipur, Egipto y Siria lanzaron su ataque contra Israel. La fecha había sido escogida con cuidado ya que la mayoría de la población israelí estaba en sus casas ayunando, más vulnerables. El ejército egipcio cruzó rápidamente el canal de Suez superando rápidamente las defensas israelíes. Al mismo tiempo, las fuerzas sirias avanzaron en los Altos del Golán. Una vez recuperada la península del Sinaí, Anwar el Sadat, presidente de Egipto, decidió parar el frente egipcio dando por buena la recuperación de su antiguo territorio. Esto permitió a Israel concentrar todas sus fuerzas en el frente norte y recuperar la iniciativa en una guerra en la que por primera vez vio como fue superado por sus enemigos árabes. Esta decisión tomada por el presidente egipcio se consideró una traición en el mundo árabe y motivaría, años más tarde, su asesinato en un desfile militar.
Superado el impacto del golpe militar y el alto número de bajas, a mediados de octubre Israel había movilizado a sus tropas y había lanzado una serie de contraataques en ambos frentes. Desplazó a los sirios de los Altos del Golán, invadió el propio país y amenazó la capital, Damasco, con la artillería, situando un grueso de tropas a 100 km; al mismo tiempo, avanzaba en la contraofensiva del Sinaí, haciendo retroceder a los egipcios más allá de sus fronteras y cruzando el Canal de Suez, situando unidades blindadas a 40 km de El Cairo.


Los países árabes, ante esta realidad, decidieron llevar adelante una guerra económica y embargaron el petróleo de los países que ayudaron a Israel, al mismo tiempo que reducían las ventas con el propósito de lograr un aumento de los precios. Su efecto fue una desestabilización de la economía internacional, que presionó a los EEUU y la URSS a alcanzar un acuerdo a través de la ONU. Tras la resolución de la ONU de 22 de octubre, se llegó a un alto el fuego el 25. Egipto comenzó por alejarse de las tesis soviéticas y acercarse a los Estados Unidos. Siria mantuvo sus posiciones de vinculación con la URSS. Ambas partes se consideraron vencedoras. A partir de este momento, Israel no confiará más en una seguridad estática, pero la aproximación de Egipto al mundo occidental favorecerá los acuerdos de Camp David tiempo después.

 

La guerra del Líbano
Tras el Septiembre Negro de 1970, miles de guerrilleros palestinos son expulsados de Jordania y la OLP decide establecer sus bases en el Líbano, desde donde comenzaron a realizar incursiones en territorio israelí para provocar atentados, manteniendo enfrentamientos directos con las fuerzas israelíes a lo largo de la frontera sur del Líbano. En marzo de 1978, después de que un comando palestino causase la muerte de 35 civiles israelíes a bordo de un autobús, el gobierno de Menahem Begin ordena a tres brigadas del Tsahal que invadiesen unos 1000 kilómetros cuadrados del sur del Líbano, hasta el río Litani, con el objetivo de acabar con las bases de los fedayín. Antes de retirarse, tres meses después, Israel establece una "zona de seguridad" de 10 kilómetros de ancho y población cristiano-maronita y la deja en manos de la milicia aliada Ejército del Líbano Libre (después Ejército del Sur del Líbano). A su vez, la ONU despliega una fuerza de interposición (UNIFIL) entre la "zona de seguridad" y el río Litani con la misión de velar por la desmilitarización del área. Entre 1979 y 1981, la comunidad cristiana, a través de las Falanges libanesas, establece una alianza estratégica con Israel, una vez rota la que mantenían con Siria hasta entonces.
En junio de 1982 junto al recrudecimiento de los incidentes armados en la frontera o dentro de Israel, se produce un atentado del grupo palestino de Abu Nidal contra el embajador israelí en Londres. Eso impulsa a Israel a invadir el Líbano, en una operación de grandes proporciones que denominará "Operación Paz para Galilea". Tres días después del atentado, el 6 de junio, un impresionante despliegue del Tsahal formado por casi 100.000 soldados (equivalente a ocho divisiones) y 1.500 tanques, apoyados por la aviación y la marina, supera la "zona de seguridad" y las fuerzas de la UNIFIL y profundizan en territorio libanés. Aunque la idea declarada por el entonces ministro de Defensa, Ariel Sharón, era no superar 40 kilómetros, las fuerzas del Tsahal llegan hasta la periferia de Beirut y la carretera que la une con Damasco. Los palestinos ofrecen una resistencia muy desigual, y Siria, aprovecha a presentar batalla frontal, con 30.000 soldados y 400 tanques de refuerzo. Israel destruye el sistema de misiles antiaéreos sirio desplegado en la Bekaa libanesa y derriba 29 de los 100 aviones caza que Siria envía. El 11 de junio entra en vigor el alto el fuego impuesto por EE.UU., exigido también por la URSS. Con la mediación estadounidense, comienza la evacuación de casi 15.000 combatientes y burócratas de la OLP y también de los soldados sirios. Portan su armamento ligero, en señal de capitulación honrosa: los sirios regresan a su país por vía terrestre, y los palestinos son transportados a Chipre, desde donde son dispersados a varios países (Argelia, Yemen, Iraq, Jordania, Sudán). La cúpula de la OLP, con Arafat a la cabeza, establece su nuevo cuartel general en Túnez.
Unos días después, el Parlamento libanés, ante la nueva correlación de fuerzas, elige al cristiano-maronita Bashir Gemayel, sustituyendo a Elias Sarkis, que ha agotado su mandato. Sin embargo, antes de tomar posesión, Gemayel es asesinado por un agente sirio, junto con otras 29 personas que se encontraban en ese momento en el cuartel general de las Falanges Libanesas en Beirut. En venganza por el asesinato, las Falanges Libanesas entraron en los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, provocando una masacre civil en la que murieron cientos de personas. Una comisión judicial israelí del más alto nivel –la Comisión Kahan– investigó lo sucedido. Señaló a los cristianos falangistas como autores materiales de las muertes, pero imputaba a Israel una «responsabilidad indirecta» por no haberla evitado al haberse producido los hechos bajo el control militar israelí de la ciudad, veredicto que provocó un hondo impacto en la opinión internacional y en la propia Israel, que destituyó al entonces ministro de Defensa, Ariel Sharon. En mayo de 1983, Israel y Líbano alcanzaron un acuerdo para la retirada de las tropas israelíes. Sin embargo, el tratado de paz no llegó a ser ratificado y, en marzo de 1984, bajo presión siria, Líbano canceló el acuerdo. Ante el goteo de bajas israelíes y los constantes atentados chiíes (un promedio de 100 al mes), Israel inició su repliegue unilateral y progresivo en 1985, dejando de nuevo la llamada "zona de seguridad" (unos 850 kilómetros cuadrados) en manos del cristiano-libanés (y pro-israelí) Ejército del Sur del Líbano, con una presencia menor de tropas del Tsahal.
Finalmente, en mayo de 2000, Ehud Barak, primer ministro israelí, cumple su promesa electoral de retirar todas sus tropas del sur del Líbano, en cumplimiento de la resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU. La ONU verificó in situ la retirada israelí al sur de la frontera internacional. Las granjas de Shebaa, un pequeño terreno de 20 kilómetros cuadrados en la falda del monte Hermón que el Tsahal tomó a los sirios en 1967, y que ahora Beirut reclama como propio, le sirvió a Hezbolá (la milicia chií proiraní) como pretexto para mantener su hostigamiento armado contra Israel y para no aceptar la resolución 1559 de la ONU, que la obligaba a desarmarse y dejar el control de la frontera en manos del ejército libanés.

Jerusalén
El estatus de Jerusalén sigue siendo uno de los puntos de disputa claves del conflicto árabe-israelí. Israel siempre ha reclamado Jerusalén como capital religiosa y civil del pueblo judío. Los árabes, que la controlaron durante 700 años, o los turco-musulmanes, que la gobernaron durante otros 400, o los jordanos-palestinos, durante 19 años más (1948-1967), nunca le procuraron ningún estatus especial de capitalidad hasta tiempos muy recientes. La ONU pretendió darle un estatus internacional, administrada por Naciones Unidas (resolución 303). Sin embargo, la ciudad quedó dividida en dos partes tras la guerra árabe-israelí de 1948. La parte occidental de Jerusalén fue proclamada capital de Israel en 1950. El llamado Jerusalén Este, que incluía la Ciudad Vieja, quedó bajo control jordano. Durante la Guerra de los Seis Días, Israel alcanzó el Muro de los Lamentos de la Ciudad Vieja, junto a todo el este de la ciudad, que estaba bajo control jordano desde 1949, y unificó administrativamente el municipio.

En 1980, Israel promulgó la Ley de Jerusalén que declaraba a la ciudad, incluida la parte oriental y una amplia zona periférica, como «capital eterna e indivisible» del Estado de Israel. La ONU replicó con la resolución 478, que invalidaba dicha declaración de capitalidad, y aconsejó a sus miembros a que situasen sus embajadas en Tel Aviv. Solo Costa Rica y El Salvador mantuvieron, hasta agosto del 2006, sus embajadas en Jerusalén.
Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina reclama Jerusalén Este (Al-Quds) como la capital del futuro Estado palestino a partir de 1967, tras la conquista israelí de los barrios orientales. Antes, durante las dos décadas que permaneció bajo administración jordana, la OLP no planteó la cuestión de la capitalidad. En 2002, fue ratificado por ley firmada por Arafat. La ONU sigue manteniendo que el estatus de Jerusalén es el de una ciudad internacional cuya soberanía debe ser resuelta en futuras negociaciones entre israelíes y palestinos, por lo que considera una «ocupación ilegal» el control israelí sobre Jerusalén Este. En el año 2000, Yasir Arafat rechazó una propuesta de paz del primer ministro Ehud Barak que, entre otros muchos puntos, incluía dejar bajo soberanía palestina el Barrio Musulmán y Cristiano de la ciudad conquistados en dicha guerra.
Los palestinos que habitan Jerusalén poseen un documento israelí que les permite moverse por Israel pero no tienen derecho al voto, salvo que opten por la nacionalidad israelí.
En los últimos tiempos el Estado israelí está comprando terrenos y creando nuevos asentamientos judíos en Jerusalén Este, con la intención de consolidar su presencia en todo el municipio.


La Primera Intifada
El 9 de diciembre de 1987, un vehículo israelí se vio involucrado en un accidente en Gaza, en el que murieron cuatro palestinos. Después de 20 años de ocupación militar israelí, los palestinos comenzaron a desafiar a las tropas israelíes.
La Intifada organizó la agrupación de todos los sectores palestinos bajo un liderazgo central, politizando a toda la sociedad palestina.

Los tratados de Oslo
En 1991 se realizó la Conferencia de la Paz en Madrid, con la participación de Líbano, Siria, Israel, Egipto y una delegación palestino-jordana. En esta conferencia se logró acordar la realización de negociaciones.
En septiembre de 1993 los palestinos reconocieron el Estado de Israel y los israelíes reconocieron la Autoridad Nacional Palestina firmando los tratados de Oslo que preveían un repliegue de Israel y el establecimiento de un Estado Palestino.
Los tratados de Oslo preveían devolver a los palestinos la mayor parte del territorio ocupado en 1967, en la Guerra de los Seis Días. Sin embargo, mantenía la soberanía israelí sobre un gran número de asentamientos judíos dispersados por este territorio y habitados en su mayoría por sionistas.
Por otro lado, los conflictos por la soberanía de Jerusalén (que ambos reclamaban como capital de sus estados) seguía sin ser resuelta.
La Autoridad Palestina aceptó el tratado y se establecieron ocho áreas autónomas alrededor de las ciudades palestinas más importantes. No obstante, Israel continuó el establecimiento ilegal de colonos judíos en los territorios que deberían haber sido devueltos, mientras que las distintas organizaciones armadas palestinas continuaron con sus ataques terroristas contra la población civil israelí.


La Segunda Intifada
El entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharón, visitó la zona exterior del recinto de la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa, en septiembre de 2000, en pleno debate sobre el futuro de Jerusalén pero con el permiso del jefe de la seguridad palestina en Cisjordania, lo que provocó algunos incidentes y choques con palestinos, pues fue visto por la población palestina como una gravísima provocación. Al día siguiente, en la plegaria del viernes, con la tensión entre ambas poblaciones en aumento, cientos de jóvenes musulmanes apedrearon desde la Explanada de las Mezquitas a los judíos congregados ante el Muro. La policía israelí reaccionó, extendiéndose los incidentes por toda la parte árabe de Jerusalén. Se ha venido sosteniendo que la Segunda Intifada se inició a raíz de estos hechos, aunque una comisión al efecto, la llamada Comisión Mitchell descartó esta posibilidad, asegurando que la violencia palestina hubiese estallado de cualquier forma como producto de la negativa de Arafat de aceptar las propuestas israelíes de Camp David. En concreto, Bill Clinton y Ehud Barak, entonces primer ministro de Israel, propusieron una serie de concesiones que no fueron aceptadas por el "rais" palestino, al no contemplarse el derecho de retorno de los refugiados palestinos, derecho reconocido por la ONU en 1948 y principal motivo del nacimiento de la OLP. La negativa de Arafat provocó la reacción de la población palestina de los territorios ocupados en respuesta a la propuesta de ambos presidentes.


Como respuesta a este ataque, y al cada vez más deteriorado y empantanado proceso de paz, Israel ocupa de nuevo algunos de los territorios que había liberado durante horas o semanas. En esta intifada, se comienza a generalizar el uso de las bombas suicidas. Los blancos de estos ataques suicidas fueron lugares frecuentados por los civiles israelíes como centros comerciales, restaurantes y las redes de transporte público.
En respuesta a los ataques suicidas de las organizaciones armadas palestinas, las autoridades israelíes pusieron en práctica los asesinatos extrajudiciales contra dirigentes palestinos vinculados a actividades terroristas. Estas muertes son conocidas por los israelíes como asesinatos selectivos, un eufemismo popularizado por algunos medios de comunicación, y que, en opinión de sus críticos, constituyen una violación de la Convención de Ginebra, que señala en su punto 1d que este tipo de crímenes "están y se mantendrán prohibidos en cualquier tiempo y lugar las ejecuciones, sin previo juicio de una corte oficialmente constituida y asumiendo todas las garantías judiciales reconocidas como indispensables en los países civilizados". Este artículo se aplica a toda persona que "no tome parte activa en las hostilidades, incluyendo miembros de fuerzas armadas que hayan abandonado sus armas" y aquellas personas "fuera de combate por enfermedad, heridas, detención o cualquier otra causa". Sin embargo, Israel arguye que los objetivos seleccionados y abatidos son parte activa en las hostilidades, ya que son los planificadores o instigadores de actividades terroristas dentro del territorio israelí.


En 2006, la situación es ambivalente: por un lado se ha completado el Plan de retirada unilateral israelí de la Franja de Gaza, lo cual, lejos de calmar la situación, fue aprovechado por los árabes como punto estratégico para los ataques terroristas con cohetes Qassam contra las poblaciones fronterizas israelíes como Sederot. Por otro lado, Israel mantiene el control fronterizo, lo que dificulta los viajes al exterior de los palestinos, y vigila de forma estricta el movimiento entre las ciudades palestinas (hay desplegados más de 90 puntos de control en las carreteras). Los palestinos no residentes en Jerusalén tampoco pueden ingresar en la ciudad.
 

 Conflicto en la Franja de Gaza de 2008-2009
A finales de diciembre de 2008 finalizó la tregua entre Hamás y el ejército israelí en la Franja de Gaza. Israel lanzó su primer ataque en la Franja de Gaza el 27 de diciembre de 2008, como represalia contra Hamas por el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia Israel. El alto al fuego se decretó el 18 de enero del 2009, cuando Israel y Hamas declararon un cese de las operaciones militares. A pesar de esto, proyectiles y cohetes continuaron siendo disparados desde Gaza hacia los centros de población civil israelí, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel continuaron con sus ataques sobre la Franja de Gaza.

Operación Pilar Defensivo (2012)
El 13 de noviembre caen dos obúses sirios en los altos del Golán en el norte de Israel además de La actual escalada -iniciada el sábado 10 de noviembre por la tarde con el misil palestino contra un jeep que patrullaba en la frontera con Gaza (cuatro soldados heridos) y los 120 misiles y cohetes contra el sur del país disparados por el grupo islamista Hamas y otras facciones armadas de Gaza, en respuesta a esos ataques, el 14 de noviembre de 2012 Israel declara la guerra a la Franja de Gaza,lanzando una ofensiva con misiles y bombardeos a ciudades de Gaza, dejando seis muertos, entre ellos el comandante Azedín Al Qasem, y decenas de heridos.

En pleno conflicto, el día 23 de octubre el emir de Catar Hamad bin Jalifa al Thani realiza una visita relámpago a la zona de Gaza, la primera de un jefe de Estado desde que en el año 2007 Hamás tomara el poder. Esta visita inquieta especialmente a las autoridades israelís que ven en el emir una fuente de financiación para el Gobierno de Hamás. La respuesta de Israel no se hace esperar, realizando ataques selectivos desde el día 24 de octubre, hasta el día 10 de noviembre.
Tras algunos días de relativa tranquilidad Israel lanza su ataque más hiriente: el día 14 de noviembre asesina a Ahmed Yabari, miembro del Gobierno de Hamás y máximo responsable militar de Hamás. De esta forma muere uno de los mandatarios más influyentes de Hamás, convirtiéndose en el asesinato de un político más importante desde el año 2008. Este fue el punto de inflexión que ocasionó la escalada de violencia, al considerarse a partir de ese momento como un acto de guerra, con todas sus consecuencias.
Hamás suscita ciertas simpatías en su entorno, como por ejemplo la del primer ministro egipcio Hisham Kandil, que visita al día siguiente la Franja de Gaza, manifestando su apoyo al Gobierno de Hamás. Este movimiento estratégico es especialmente significativo y clarifica la posición egipcia con respecto al conflicto palestino tras la revolución en el marco de la “Primavera Árabe”. La alianza egipcia-palestina inquieta especialmente a las autoridades israelís, ya que Egipto sí cuenta con un ejército profesional y una considerable potencia de fuego. De la misma manera se airean los recuerdos de la guerra de Yom Kipur en 1973, guerra relámpago en la que las tropas egipcias y sirias invadieron parte del territorio israelí adquirido en el marco de la Guerra de los Seis Días en 1967 (En este conflicto, Israel realizó una contraofensiva implacable, llegando a invadir territorio egipcio. Las tropas israelís se detuvieron a 100 km de El Cairo tras firmarse el alto el fuego).


En este contexto, y hasta la firma de un alto el fuego el 21 de noviembre de 2012, se contabilizaron innumerables ataques desde ambos lados. Cabe destacar el impacto de dos cohetes palestinos en Jerusalén, que no recibía impactos desde 1991, y tres en Tel Aviv y su área metropolitana, dos ciudades que gozaban de cierta seguridad ante ataques palestinos. Los cohetes no produjeron daños materiales ni humanos en Jerusalén, al caer en una zona yerma de las afueras. En Tel Aviv, el primero no causó ningún daño, el segundo fue interceptado por el sistema Iron Dome y el tercero causó daños en un edificio residencial de las afueras dejando dos heridos leves.
Según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud el 22 de noviembre, el conflicto arrojó un balance de 165 muertos palestinos, de los cuales 42 (26%) son niños, y 1.269 heridos, de los que 431 (34%) son niños. Según declaración del secretario general de la ONU el 21 de noviembre, del lado israelí se contabilizaron cuatro muertos y 219 heridos, la mayoría civiles, tres de ellos de gravedad. Un soldado israelí murió y 16 resultaron heridos, uno de gravedad que falleció posteriormente.
 
 

La Guerra Civil Siria
Desde 2012 ha habido algunos enfrentamientos en los Altos del Golán entre Israel y Siria, en el marco de la Guerra Civil Siria. Sin embargo, esta escalada de tensiones llegó a su punto álgido el 5 de mayo de 2013, cuando se especuló que Israel bombardeó un cargamento de armas iraníes en Siria con destino al Hezbolá en Líbano.

La intervención de las Naciones Unidas y del mundo


El Plan de Partición de 1947

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, reunida en Nueva York, aprobó la Resolución 181, la cual recomendaba un plan para resolver el conflicto entre judíos y árabes en la región de Palestina, que se encontraba en esos momentos bajo administración británica. El plan de la ONU proponía dividir la parte occidental del Mandato en dos Estados, uno judío y otro árabe, con un área, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. La incapacidad del gobierno británico para llevar a cabo este plan, junto con la negativa de los países árabes de la región a aceptarlo, tuvo como consecuencia la guerra árabe-israelí de 1948.

Hoja de ruta para la paz 2003

El 30 de abril de 2003 se presenta al Gobierno de Israel y a la Autoridad Palestina, una hoja de ruta elaborada por el Cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas) para lograr la paz entre Israel y Palestina teniendo como plazo máximo 2005. Texto completo
En la Fase I de esta Hoja de Ruta, se establecen las bases necesarias para la iniciación de un proceso paulatino de paz efectiva entre Israel y Palestina: el fin al terror y la violencia, normalización de la vida de los palestinos y creación de instituciones palestinas.
En la Fase II se establecen las bases para la retirada paulatina de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados desde 2000, la congelación de la política de asentamientos israelíes, la continuación del desmantelamiento de las organizaciones terroristas y la consolidación de instituciones palestinas.
En la Fase III se sientan las bases para un estatuto permanente y el fin definitivo del conflicto israelí-palestino.
El 19 de noviembre, al ver la carencia de apoyo de la Hoja de Ruta entre las dos partes afectadas, las Naciones Unidas sacan la resolución 1515 en la que hacen suya la Hoja de Ruta e instan a las partes a la colaboración en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto israelí-palestino.

Coste del conflicto

En vidas humanas, las estimaciones oscilan desde los 51.000 fallecidos (35.000 árabes y 16.000 judíos) desde 1950 hasta 2007, hasta los 92.000 fallecidos (74.000 militares y 18.000 civiles) entre 1945 y 1995.

Un informe del Strategic Foresight Group (un think tank radicado en la India) ha estimado el coste de oportunidad del conflicto en Oriente Medio en unos 12 billones de dólares estadounidenses entre 1991 y 2010. El informe calcula el hipotético PIB de los países de Oriente Medio comparando el actual PIB con el PIB potencial en tiempos de paz. El correspondiente a Israel sería de un billón de dólares, mientras que a Iraq y a Arabia Saudita les corresponderían 2,2 y 4,5 billones, respectivamente. En otras palabras, si hubiera existido paz y cooperación entre Israel y los países árabes desde 1991, un ciudadano medio israelí podría haber obtenido una renta anual de 44.000 dólares, en lugar de 23.000 en el año 2010.

Cronología

Los sucesos políticos o de importancia histórica


  • 1984: Yasir Arafat consolida su autoridad como máximo líder del movimiento nacional palestino.

  • 1985: Se provoca una ruptura del acuerdo palestino con Jordania sobre la soberanía compartida en Cisjordania. Israel inicia una gran ofensiva en el Líbano y lanza un ataque aéreo sobre la sede de la O.L.P en Túnez.

    Arafat
  • 1987: En abril, durante la sesión del Consejo Nacional Palestino, en Argel, Yasir Arafat logra la reunificación de la O.L.P. bajo su mando. En diciembre Arafat lanza la campaña de movilización civil de los palestinos en Cisjordania y Gaza (Intifada).

  • 1988: En agosto, el rey Hussein de Jordania cede a los palestinos sus derechos sobre Cisjordania. En noviembre el consejo nacional palestino proclama en Argel el estado de Palestina y acepta la resolución 242 de la ONU. Se produce una alta inmigración de judíos procedentes de la URSS.

  • 1989: En abril Arafat es nombrado primer presidente por el comité central de la O.L.P. En la conferencia de Casablanca la Liga árabe asume las resoluciones de la ONU y da su apoyo a la Intifada. Egipto es readmitido en la Liga árabe y la sede central vuelve a El Cairo. En diciembre la ONU aprueba la denominación de Palestina en sus textos.
  • 1990: En marzo los laboristas israelíes rompen la coalición con el Likud por su intransigencia. El Likud gobierna en coalición con grupos nacionalistas y religiosos integristas. Se produce la matanza de Jerusalén que dio lugar a una resolución condenatoria del Consejo de Seguridad de la ONU contra Israel. La O.L.P. se alinea en contra de la alianza liderada por los EEUU durante la crisis del Golfo. La Liga árabe protesta por la masiva emigración de judíos soviéticos a Israel.
  • 1991: En febrero misiles iraquíes caen en Israel, que no responde al ataque. Irak es derrotado en la Guerra del Golfo. La derrota de Iraq debilita la posición de Arafat en el movimiento de liberación palestino. Tras el conflicto del Golfo el plan Baker fracasa al negarse Israel a que la O.L.P. representase a los palestinos y a cambiar paz por territorios. En septiembre Arafat es reelegido por el consejo nacional palestino como presidente del comité ejecutivo. En octubre tiene lugar en Madrid la conferencia de paz sobre Oriente medio.
  • 1996: Tras nuevos atentados suicidas de Hamás que causan 32 muertos, Arafat declara el estado de emergencia y detiene a tres de los dirigentes de Hamás. La cumbre antiterrorista de Sharm el Sheij (Egipto) condena la oleada de atentados contra Israel. En agosto el gobierno Israelí autoriza construir 900 nuevas viviendas para colonos en Cisjordania. Esto es calificado por Arafat como declaración de guerra tras lo que convoca media jornada de huelga general. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE se pronuncia contra la ocupación israelí de Jerusalén Este. En octubre las negociaciones que tienen lugar en la Casa Blanca fracasan.
  • 1997: En enero se alcanza un acuerdo para la retirada de las fuerzas israelíes desplegadas en Hebrón. En marzo Arafat declara durante la reunión de la Liga Árabe en El Cairo que si Israel persevera en su propósito de destruir el proceso de paz como demuestra el mantenimiento de su política de asentamientos judíos en Jerusalén oriental, la ANP podría declarar unilateralmente un Estado palestino independiente en Gaza y Cisjordania. En junio se produce un rebrote de la intifada que comienza en Hebrón y causa más de un centenar de heridos en los cuatro primeros días. En julio una comisión de investigación del parlamento palestino recomienda la destitución de todos los ministros para atajar la grave corrupción y la malversación de fondos. Dos suicidas de Hamás matan a 14 personas y hieren a 150 en el mercado de Majané Yejuda. Se suspenden las negociaciones de paz. Arafat ordena una redada contra Hamás y la Yihad Islámica. Israel ordena la detención del jefe de la policía palestina.
  • 1998: En febrero la población israelí hace acopio de máscaras de gas y alimentos, sombra de la Guerra del Golfo. En octubre se relanza el proceso de paz establecido en Oslo y bloqueado desde hace un año y medio por la política israelí de asentamientos ilegales.
  • 2000: Israel acuerda repliegues sucesivos en Cisjordania. Barak, primer ministro israelí, enfrenta críticas por las concesiones a la ANP. Arafat anuncia que declarará un estado palestino independiente por su cuenta. Israel propone una cierta autonomía palestina de los barrios del este de Jerusalén en las negociaciones de Camp David que es rechazada por Arafat. Comienza la Segunda Intifada. Clinton intenta un reacercamiento de Barak y Arafat en la Cumbre del Milenio. Desacuerdo por Jerusalén. Choques entre palestinos y la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas. Hamas convoca al "Día de la Ira" en protesta por la represión israelí. Israel cierra las fronteras de Cisjordania y Gaza. El "Día de la Ira" provoca 11 muertos. Ultimátum de Barak a Arafat. Intentos de Clinton y Kofi Anann de reunir a los dos líderes de Israel y Palestina. Se llega a un acuerdo y mientras Barak repliega los tanques, Arafat pide un cese al fuego. Los palestinos continúan con los ataques pese al llamado de Arafat. Barak amenaza con la creación de un muro separatista si continúa la violencia. Barak se reúne con la oposición de su país para conformar un gobierno de unidad. Continúa la escalada de violencia. Arafat pide el despliegue de una fuerza de paz. Nuevo intento fracasado de paz por parte de Clinton.
  • 2001: Sharon gana las elecciones israelíes y se convierte en el nuevo primer ministro. Para el traspaso de poder, Barak retira todas sus propuestas. Sharon niega a la ONU cooperación para una investigación. Israel bombardea posiciones palestinas. Arafat dice que la Intifada continuará hasta que Jerusalén sea la capital palestina. Intentos de negociación fracasados por distintos conflictos violentos entre las partes. Israel toma la Casa de Oriente, emblema palestino. Enfrentamientos violentos y diplomáticos entre árabes e israelíes. La ONU pide el despliegue de observadores internacionales. El líder palestino intenta un diálogo con Israel. Apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña a la creación de un estado palestino. Más hechos violentos por ambas partes interrumpen todo diálogo.
  • 2005 El Plan de retirada unilateral israelí o Plan de desconexión (en hebreo: תוכנית ההתנתקות; Tojnit Haitnatkut) fue un plan propuesto a principios de 2004 por el entonces Primer Ministro de Israel Ariel Sharón, adoptado por el gobierno y aprobado mediante ley del Parlamento (Knéset), que fue llevado a cabo durante la segunda quincena de agosto de 2005. El plan propuso eliminar toda presencia permanente civil israelí de la Franja de Gaza, así como eliminar cuatro asentamientos de la parte norte de Cisjordania, administradas por Israel desde la Guerra de los Seis Días. No obstante, el ejército israelí se reservó el control de las fronteras, del espacio aéreo y naval de la Franja de Gaza, así como la posibilidad de llevar a cabo incursiones militares en su interior cuando así lo estimase oportuno.
  • 2008-2009 La crisis de Gaza de 2008 comenzó cuando Hamas anuncia que no renovaría la tregua con Israel (sin embargo, Mustafá Barghouti afirma que esto fue al revés ), siendo recién el día 27 de enero cuando Israel decide responder al lanzamiento de proyectiles Al Kasam, instigados por el movimiento islamista Hamás, contra blancos civiles israelíes —escuelas, casas, fábricas— sobre la ciudad de Sederot desde ese territorio, Israel respondió los ataques y posteriormente procedió al cierre de los pasos fronterizos terrestres con la Franja de Gaza, reduciendo la entrada de combustible y suministros, realizando, de hecho, un bloqueo parcial a la Franja de Gaza. La falta de combustible obligó a cortar el suministro eléctrico.
    Tras varios días de carestía, el gobierno islamista voló parte de la frontera con Egipto y los palestinos salieron en masa para aprovisionarse. La destrucción del muro fronterizo entre la Franja de Gaza y Egipto se realizó el 23 de enero de 2008, después que milicianos del Hamás lo dinamitaran cerca del cruce de la frontera en Rafah. Las Naciones Unidas estiman que la mitad de los los 1.4 millones de habitantes de la Franja de Gaza cruzaron la frontera en busca de suministros.

    El 27 de enero, el Primer Ministro de Israel, Ehud Ólmert anunció que Israel permitiría el suministro de alimento, medicina y la energía necesaria en la Franja de Gaza.
    En los cinco primeros días, los gazanos gastaron unos US$ 250 millones en la ciudad de Arish, en el Norte de Egipto. La enorme demanda causó una inflación desenfrenada de precios y escasez de alimentos.
  • 2012: Guerra palestina—israelí de 2012.La Operación Pilar Defensivo (o Columna de Nube ) fue una operación militar llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel en la Franja de Gaza, lanzada el 14 de noviembre de 2012 y concluida el 21 del mismo mes con el acuerdo de un alto al fuego. Durante esta operación, las milicias de la Franja de Gaza respondieron con lanzamiento de misiles y cohetes, lo que llevó al conflicto a un mutuo enfrentamiento que se prolongó por más de una semana.
  • 29 de noviembre de 2012: Reconocimiento por parte de la ONU de Palestina como Estado observador no miembro. La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Resolución 67/19 (proyecto de resolución A/67/L.28) en virtud de la cual concedió a Palestina la condición de «Estado observador no miembro» de la organización, reafirmando además el derecho del pueblo palestino a un territorio bajo las fronteras definidas antes de la Guerra de 1967.
 Escenarios de solución al conflicto palestino-israelí           


       
El conflicto palestino-israelí se ha tornado inmanejable (intractable conflict), tanto que el término solución carece de un único significado. Un complejo entramado de actores, intereses, ideologías, hechos en el terreno, aspiraciones, identidades, temores, credos y creencias hace de este centenario conflicto un verdadero desafío para la comunidad internacional y su deseo de buscarle una salida negociada.
Uno de los problemas que enfrenta el análisis del conflicto es la narrativa empleada para explicar su génesis. Una primera interpretación se refiere a dos pueblos con derechos legítimos, históricos y religiosos sobre un mismo territorio.Una segunda apunta al conflicto como una invasión de colonialistas europeos, los sionistas, que llegaron a despojar a un pueblo, el palestino, de su territorio. La tercera presenta el tema como el legítimo regreso del pueblo judío a su tierra después de 2.000 años de exilio.
Estas narrativas han generado una serie de estereotipos y análisis perjudiciales en la búsqueda de una salida. Desde Israel como punta de lanza del imperialismo en los años álgidos de la guerra fría, hasta desechar las genuinas necesidades de seguridad de Israel, pasando por el no reconocimiento de un pueblo de los derechos del otro.
Un conflicto que ha resistido todo intento de solución, en el que se entremezclan actores no estatales, gobiernos, agentes externos y organizaciones terroristas en una variable relación de fuerzas. Donde en el interior de cada una de las partes subyacen profundas divisiones sobre cuál debe ser el camino que hay que seguir respecto al enemigo, no necesariamente respecto a resolver el conflicto de manera pacífica, pues para algunos de los actores la única solución es la destrucción del enemigo.
Procesos de paz
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha emitido numerosas resoluciones tanto en la Asamblea General como en el Consejo de Seguridad respecto al conflicto. La más relevante quizás es la 242 de noviembre de 1967, como consecuencia de la guerra de los Seis Días, que establece el principio de “tierras por paz”; las tierras que Israel ocupó en esa guerra se deben canjear por una paz verdadera y justa.
Esta resolución sirvió de base paralos acuerdos de paz que firmó Israel con Egipto y Jordania. Sin embargo, para el tema del conflicto palestino-israelí no ha sido efectiva, tanto por cuestiones interpretativas como prácticas.


Sólo en 1991, con la conferencia de Madrid, se inician los acercamientos formales entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y dos años después, gracias a las negociaciones secretas en Noruega y Suecia, se firman en la Casa Blanca, en un ambiente de optimismo, los acuerdos de Oslo.
No obstante, tales acuerdos colapsaron en el año 2000 en un mar de sangre, en la llamada segunda intifada, con los terroristas suicidas de Hamas como protagonistas. Todo lo que se había logrado en los años de Oslo se deshizo en muy poco tiempo. Israel volvió a ocupar zonas que había entregado a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la dinámica de paz se transformó en un desbordado ciclo de violencia y terrorismo, que desembocó en un completo estancamiento del proceso de negociación.
Los acuerdos de Oslo tenían desde el punto de vista conceptual dos graves problemas; una implementación gradual que los convertía en rehenes de los extremistas de ambos lados y un aplazamiento de los temas más álgidos para ser negociados al final.
Posteriores intentos de alcanzar la paz, como la hoja de ruta o la conferencia de Annapolis, terminaron igualmente en sonoros fracasos.
Estatus actual de los territorios palestinos
Se origina en los acuerdos de Oslo que dieron origen a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como ente reconocido para administrar los territorios que Israel fuera evacuando en Gaza y Cisjordania. En la actualidad, posee estatus de observador en la ONU, aunque su reciente intento de ser reconocida como Estado se hundió en el Consejo de Seguridad.
Cisjordania está dividida en tres zonas: zona A,con el control absoluto de la ANP; zona B,bajo control administrativo de la ANP y control de seguridad de Israel, y zona C, controlada por Israel. Hay 125 asentamientos judíos. Jerusalén Oriental, con sus lugares sagrados, fue anexada por Israel en 1980, acción condenada por el Consejo de Seguridad y no reconocida por la comunidad internacional.
Gaza, evacuada por Israel en 2005, se encuentra desde 2007 bajo control del grupo islamista Hamas. Israel y Egipto controlan los pasos fronterizos y el ejército hebreo mantiene un bloqueo marítimo. La totalidad del espacio aéreo de los territorios palestinos está controlada por Israel.
Solución de dos estados
Desde hace décadas, la solución de dos estados para dos pueblos es ampliamente aceptada por la comunidad internacional como la más justa y viable al conflicto palestino-israelí. Esta solución ha recibido un decidido apoyo de organismos internacionales. El Consejo de Seguridad la acogió en sus resoluciones 1397 y 1515, la Liga Árabe en sus reuniones en Beirut,  2002 y Riad, 2006 y el Cuarteto –Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU– en la Hoja de Ruta. La mayoría de los estados del mundo reconocen a Israel y a Palestina.
Los temas que se deben resolver en la negociación de dos estados son:
·         Fronteras entre los dos estados
·         Estatusde la ciudad de Jerusalén
·         Seguridad de Israel
·         Refugiados palestinos
·         Asentamientos judíos en Cisjordania


En la fracasada cumbre de Camp David, celebrada en el año 2000, donde participaron Bill Clinton, Yaser Arafat y Ehud Barak, se establecieron los llamados “parámetrosde Clinton”, propuestas concretas para cada uno de los puntos anteriores, en mala hora rechazados por Arafat en lo que constituyó un trascendental error histórico por parte del líder palestino.
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta la solución negociada es la división palestina entre el islamista Hamas, que controla la franja de Gaza, y Fatah, movimiento laico que gobierna Cisjordania, división que se agrava y se profundiza cada día más.
Hamas –abreviatura en árabe que significa “movimiento de resistencia islámica”– se ha negado reiteradamente a reconocer a Israel y a renunciar al terrorismo, además de estar instaurando una  agenda islamista en la franja y donde las libertades individuales son seriamente restringidas.
Alternativas
Cualquier desarrollo diferente a la solución de dos estados se daría por fuera de una negociación y sería resultadode circunstancias específicas, negativas todas para un arreglo amistoso entre las partes.
Statu quo. “Conflict management”
Es básicamente una continuación del statu quo donde no hay negociaciones, ni acuerdos, la vida transcurre normalmente en dos o mejor tres sociedades que evolucionan cada una por su lado. La ANP o el Estado palestino nominal administraría Cisjordania, Gaza continuaría en manos de Hamas, ya cómodo en el poder y con un bloqueo sustancialmente reducido y los asentamientos en Cisjordania se quedarían donde están.
Este esquema podría no ser sostenible en el tiempo, pero ante la dificultad de negociar, la debilidad relativa de los líderes, la fragmentación política de ambos pueblos y el cansancio de la comunidad internacional con procesos de paz fallidos podría ser, por default, el único desarrollo posible a mediano plazo.
Desconexión de Cisjordania
El statu quo podría, empero, degenerar en una revuelta popular palestina, la cual Israel no tendría mayor margen de maniobra para reprimir por su fragilidad ante la opinión pública mundial. En tales circunstancias, Israel podría proceder con una acción similar a la desconexión de Gaza de 2005. En este caso, Israel definiría unilateralmente las fronteras demarcándolas con el muro o valla de seguridad.
Al otro lado de la valla quedaría el “Estado” palestino, acudiendo seguramente a instancias internacionales por todo tipo de asuntos, convirtiendo el conflicto en una interminable disputa jurídica y política, sin avances reales en un acuerdo de paz. Este desenlace podría degenerar en enfrentamientos militares esporádicos, aunque podría tener larga sostenibilidad en el tiempo.
Solución impuesta
En caso de un evento cataclísmico en la región, una guerra regional, o una guerra entre Israel y Hezbolá, o entre Israel e Irán, o entre Israel y un radicalizado Egipto, o un derrocamiento de la dinastía hachemita en Jordania o cualquier otro, podría la comunidad internacional, hastiada del conflicto y sus consecuencias desestabilizadoras, intervenir militarmente en la región y forzar un acuerdo de paz estilo Dayton entre las partes.
Entre Israel y Palestina, sea ya Estado o no, se establecería bajo el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas una fuerza multinacional con un mandato de separar a las partes y bajo tutela de las potencias se forzaría un acuerdo con los lineamientos de dos estados sobre las fronteras de 1967.
Estado binacional
Esta propuesta, hecha en el informe minoritario de UNSCOP en 1947, se debatió ampliamente durante los años del mandato británico.

En la actualidad es más un marco teórico que una posibilidad práctica, puesto que implica un cambio radical en los paradigmas que han caracterizado el conflicto en los últimos 60 años. Es desechar conscientemente la solución de dos estados y buscar a través de una negociación entre los pueblos una acomodación en el interior de un solo Estado.
Para Israel, significa deshacerse del sueño sionista. Para los palestinos es más digerible, pues no tendrían que ceder territorio de manera formal, manteniendo la unidad geográfica de Palestina.
La nefasta experiencia de estados plurinacionales en la región y la hostilidad entre las partes hacen de este esquema casi un imposible.
Soberanía paralela
En un marco eminentemente teórico se ha desarrollado, por parte de intelectuales y políticos, la opción de “soberanía paralela” o “estados paralelos”. Este concepto, creativo y algo desesperado, lo desarrolló en Suecia el “Parallel States Project”. Parte de la hipótesis de que ni la solución de dos estados, ni la solución de un Estado binacional son viables.
“Estados paralelos” desarrolla un novedoso concepto de soberanía, la cual no recae sobre el territorio sino sobre los ciudadanos. Entre el Jordán y el Mediterráneo habrá dos estados paralelos, Israel y Palestina, ambos sobre la totalidad del territorio, cada uno con sus símbolos patrios, sus entes legislativos y ejecutivos, su sistema político, pero con jurisdicción únicamente sobre los ciudadanos de cada Estado paralelo.

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